Dadas las implicaciones que puede tener a largo plazo, tomar una decisión profesional requiere de un gran esfuerzo, análisis y dedicación. Uno de los pasos que para muchas personas parece más arriesgado es cambiar de carrera aunque sea para lograr una mejor calidad de vida. Pero dar ese paso cuando se es mujer, con dos hijos y se desconoce prácticamente todo lo que esa nueva carrera significa, constituye un verdadero salto al vacío. Sin embargo, eso no le importó a Paz Anaya, quien arriesgó todo por su familia y decidió dejar atrás lo que había aprendido, para dedicarse de lleno a ser programadora. Sin duda una decisión para la cual se debe ser asertivo y tener muchas agallas.
Cambiar de carrera para vivir mejor
Paz Anaya estudió en primer lugar una carrera en Ingeniería Agroindustrial, pero diferentes circunstancias personales –como tener que cambiar en varias ocasiones de domicilio–, le impidieron desarrollarse profesionalmente. La necesidad de estar presencialmente en un trabajo relacionado con la carrera en la cual se había especializado complicaba mucho las cosas, por lo cual decidió dejar de buscar oportunidades de trabajo.
Con prácticamente todo en su contra, Anaya tuvo una plática con un amigo que le sugirió buscar una alternativa a su situación por el camino de la tecnología. Así, un día se decidió a buscar opciones que le parecieron atractivas, pero, sobre todo, que le permitieran desempeñarse en el ámbito profesional siendo madre de dos hijos.
“Cuando él me lo dijo por primera vez, yo pensé: la tecnología está muy difícil la verdad”, nos cuenta Paz Anaya.
Es así como esta ama de casa decidió salir totalmente de su zona de confort y apostar todo por una profesionalización en el sector tecnológico, específicamente en la programación. Esa apuesta la hizo para formar parte del crecimiento exponencial de los empleos de TI, donde según datos del IDC publicados por Hays (2021), “el mercado de TI en América Latina logró un crecimiento de 7.7% el año pasado y para este 2022 se digitalice el 40% del PIB de la región”.
Su primer acercamiento a la tecnología fue a través del programa de formación Skills for Women in Tech del British Council y de Hackademy, que nació con el objetivo de democratizar y descentralizar el acceso a entrenamiento de calidad y el acceso a oportunidades laborales de alto valor para hacer frente al déficit de talento dentro de la industria de las tecnologías de la información. El programa busca desarrollar las habilidades en programación, tecnología, perspectiva de género, liderazgo y confianza de las mujeres. Lo principal que la impulsó a tomar este camino fue que no era necesaria ninguna experiencia.
Hackademy, la opción correcta
Sus hijos de seis y siete años fueron la razón principal para cambiar de carrera, entrar de lleno a la profesionalización y convertirse en desarrolladora. En ese proceso se quitó de la mente la barrera de que ya no podía hacer cosas nuevas, que su único rol era ser ama de casa, y sintió la esperanza de que su vida podía ser mejor, que podía romper paradigmas y tener nuevas oportunidades.
“Fue darme cuenta de que podía hacer cosas nuevas y de que se iban a romper esos paradigmas que yo ya me había creado”, plática Anaya.
El momento más complicado de cambiarse de carrera fueron los primeros dos meses en el boot camp. Se dio cuenta de que no entendía absolutamente nada de lo que le estaban hablando. Fue en ese momento cuando de nuevo tomó una muy complicada decisión, salir o continuar por ese camino. Tenía en la mente que nada es fácil, contra lo que muchas veces se piensa, que se puede aprender en un par de sesiones todo lo relacionado con la programación.
La flexibilidad fue lo que le dio la oportunidad de seguir cuidando de sus hijos. Una flexibilidad no solo en el ámbito innovador, sino también en el cambio generacional, que permite a millones de personas trabajar de manera remota con horarios a su medida. Desde la perspectiva de su experiencia, Paz Anaya compartió con nosotros recomendaciones para quien busque dar un giro a su vida hacía el sector tecnológico.
Arriesgar y romper barreras.
Ganas de aprender.
Paciencia.
Adaptarse.
Explorar.
Autoaprendizaje y aprendizaje constante.
Tras un enorme esfuerzo intelectual y personal, Paz Anaya considera que el cambio tan drástico que vivió fue positivo, se dio cuenta de lo que era capaz y más. Ella se especializó en el desarrollo de aplicaciones móviles, pero ahora quiere seguir aprendiendo y creciendo y lo que busca es crear aplicaciones de escritorio.
Es maravilloso la forma en que la revolución tecnológica y digital puede abrirle la oportunidad de una vida mejor no sólo a los jóvenes, o a las personas más capacitadas: Puede ser el camino para cualquiera que decida crecer personal y profesionalmente. Paz Anaya, madre de dos hijos, es la muestra de que con decisión y constancia, el éxito, en cualquier aspecto de nuestras vidas, está al alcance de un código.
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