El panorama de las criptomonedas ha visto días muy turbulentos, debido a las diversas devaluaciones que han puesto en alerta a la comunidad que apoya este tipo de dinero virtual. A pesar del rápido crecimiento en los avances tecnológicos y en la digitalización, aún existe una resistencia y desconfianza en adoptar la criptodivisa tanto de la mayoría de los gobiernos como de las personas. Pero poco a poco, a pesar de los descalabros, siguen apareciendo más criptomonedas o empresas que aceptan o hacen pagos a través de ellas.
Un camino turbulento para las criptomonedas
Hace 13 años se llevó a cabo la primera transacción con bitcoin, un paso revolucionario para la economía de la humanidad. Por primera vez una persona podía comprar o vender algún bien o servicio sin la necesidad del dinero tradicional sustentado por los bancos de siempre. Ahora han aparecido en el mercado un número indefinido de criptomonedas, pero son pocas las que siguen vigentes desde que comenzó la fiebre digital.
A pesar de su acelerado crecimiento y creciente popularidad, existen diversos factores que provocaron la caída de las criptomonedas. Entre ellas está la desconfianza que aún tienen las personas por esta nueva forma de “dinero”, la crisis provocada por el Covid-19 y finalmente la guerra entre Rusia y Ucrania. Esto afectó directamente a las principales bolsas de valores en el mundo, provocando que los inversionistas se deshagan de los valores más volátiles, como las criptodivisas.
El Bitcoin, la criptomoneda más popular, llegó a superar los 80,000 dólares, pero en las dos últimas semanas de mayo llegó a cotizar cerca de los 30,000 dólares e incluso algunos analistas aseguran que de seguir esa tendencia, el valor de la divisa virtual podría llegar en los próximos meses a valer 10,000 dólares e incluso menos. Pero quizá el caso más drástico de la adopción del Bitcon fue El Salvador. Su presidente, Nayib Bukele, decidió adoptarlo como moneda nacional. Se dedicó a hacer varias compras y en una ocasión adquirió 410 Bitcoins por 15 millones de dólares. Ahora está sufriendo las consecuencias de su devaluación e incluso se habla de que el país centroamericano podría declararse en bancarrota.
El Ethereum, la segunda criptomoneda más popular, a finales de mayo registró una importante caída y llegó a cotizarse hasta en 1,700 dólares desde los 2,000 lo que significa una pérdida de 15% en promedio.
Sin duda, la caída de estas dos monedas virtuales ha generado mucha polémica y algunos hablan de que la burbuja ya se rompió, pero aún existen aquellos que mantienen su confianza.
Sigue la aceptación de las criptomonedas
A pesar de las turbulencias que viven las criptomonedas, de las complicadas y desalentadoras perspectivas a futuro que pesan sobre ellas, cada vez más países aceptan su curso legal como: Alemania, Bélgica, Austria, Bulgaria, Brasil o Chile, entre otros. Además, se están abriendo paso en el sector de las empresas sustentadas en la tecnología y varias empresas insurtech como Gocleer, AXA, aceptan pago con Bitcoin o Ethereum. Otras empresas, como Deel, que ayuda a las empresas a contratar a cualquier persona, en cualquier lugar, a través de su solución global de compliance y gestión de pagos, llevan ya un par de años pagando a los colaboradores con criptomonedas.
Incluso diversos multimillonarios, tanto mexicanos como extranjeros, promueven el uso de criptomonedas, ya que afirman serán el futuro del dinero. Entre ellos están Elon Musk, fundador de Tesla y Space X y Ricardo Salinas Pliego, el magnate mexicano dueño de Banco Azteca y TV Azteca.
Criptomonedas más populares
Actualmente el número de criptomonedas sigue creciendo, pero existen algunas que se han mantenido por más tiempo y que gozan de mucha popularidad:
Bitcoin
Ether (ETH)
Dogecoin (DOGE)
Binance Coin (BNB)
Ripple (XRP)
Lumens (XLM)
Litecoin (LTC)
Pero también existen otras criptomonedas menos usuales, como:
Neo
Cardano
Bitbay
Polkadot
IOTA
Chainlink
Monero
El camino hacia la aceptación masiva de las criptomonedas en estos momentos se ve complicado, el desplome de su valor en los últimos días genera mucha resistencia entre los gobiernos, las empresas y las personas. Sumemosle a eso el miedo a los ciberataques y la falta o nula cultura de la seguridad en internet, el panorama no se ve alentador. Pero cada paso que da una compañía o el nacimiento de otra criptodivisa, es un paso más a un mundo más digitalizado.
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