Convertirse en una empresa unicornio no es tarea sencilla y menos por la pandemia. Pero mantener el nivel de calidad de su producto o servicio, en la innovación y en el cuidado del cliente, es por mucho, aún más complicado debido a la creciente presión de la competencia y de los constantes cambios que el ecosistema de la tecnología experimenta a cada momento. Además de que la manera en la que trabajamos está experimentando una evolución a raíz del aislamiento que orilla a las organizaciones a adaptarse al trabajo remoto e híbrido, por lo que la cultura organizacional es clave para alcanzar y mantener el éxito.
El juego cambió, y ahora priorizar el factor humano es el punto de inflexión para que las empresas sobresalgan ante sus competidores. Clara, uno de los más recientes unicornios en México, es una de las startups mexicanas que trabaja en ofrecer soluciones y herramientas que tengan un impacto positivo en el día a día de sus colaboradores. La creación de una cultura organizacional fuerte se alcanza al poner en primer lugar a los colaboradores, ya que de lo contrario sería imposible generar un ambiente de trabajo que los inspire a dar lo mejor de sí, teniendo un resultado contraproducente para la organización.
Cultura organizacional en Clara
Clara nace en plena pandemia, es decir, de manera virtual. Eso la convierte de muchas maneras en una compañía pannacional, completamente ajena a las nacionalidades pero también ajena a las geografías. Ese espíritu que han tenido desde su inicio, les ha servido para tener una mejor adaptación al cambio y potencializar su cultura organizacional. Es así que uno de los pilares de la cultura de Clara es la flexibilidad, condición sumamente importante en la actualidad, ya que un estudio de Mercer que revela que el 60% de los empleados considerarían cambiar de empresa si la flexibilidad no es una opción.
De acuerdo con Juan Domínguez, Chief People Officer en Clara, la creación de un entorno de trabajo flexible es relevante para atraer y retener a las personas con talento que tienen como principio ese balance. En ese orden de ideas, Clara entiende el trabajo como una actividad, no como un lugar, ya que cada vez son más los empleados que quieren trabajar en empresas que compartan sus valores, que sean flexibles y transparentes.
Cultura organizacional y el Great Place To Work
La cultura organizacional de Clara, resultado del impulso de políticas y prácticas que mejoran la calidad de vida de los colaboradores de la startup, le valió recientemente ser certificada como Great Place To Work que investiga y reconoce a los excelentes lugares de trabajo en más de 45 países en los 6 continentes. Los lugares de trabajo con culturas de alto nivel de confianza tienen mayor grado de innovación, satisfacción de clientes y consumidores, compromiso de los empleados, y agilidad de respuestas de la organización a su entorno, entre otros.
Ese reconocimiento también lo obtuvo la empresa por el compromiso de que todo el equipo tenga la oportunidad de desarrollarse profesionalmente, a través de beneficios e incentivos que al mismo tiempo promueven su bienestar y desarrollo personal.
En una entrevista para La Razón Diego García, cofundador de Clara, señaló dos aspectos por los cuales su éxito se basa en una cultura organizacional centrada en los colaboradores.
Trabajar con el equipo muy bien y estar feliz. El equipo debe de estar sano, emocionado por el problema que están resolviendo.
Abiertos en la comunicación. Siempre tener canales muy abiertos de comunicación y muy propositivos.
El equipo de Clara entiende que lo remoto hoy es un tema de nicho y que implica para las empresas una tarea de generar más opciones, cuando menos híbridas y remotas. Ese cambio que seguirá en constante evolución, requiere cambiar el paradigma y centrar la cultura organizacional hacia los colaboradores, quienes son la fuerza interna que le da vida a las empresas y las lleva a alcanzar el éxito en cualquier entorno por difícil que se presente.
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