A raíz de la pandemia, en los últimos años el camino para las empresas se complicó. Los ejecutivos y directivos han tenido que evaluar los pasos a seguir para tratar de superar esta crisis y, al mismo tiempo, seguir creciendo. Es muy difícil saber qué camino tomar y cuál evitar, ya que una decisión equivocada podría ser catastrófica para toda la organización. En estos tiempos de profunda incertidumbre, apostar por una buena gestión de riesgos puede ser el factor determinante para mantener o salvar a una empresa, e incluso llevarla a un nivel de mayor potencial.
Correr riesgos empresariales no significa tomar decisiones sin sustento, o basadas en meras especulaciones. Se requiere de una visión a corto, mediano y largo plazo para encontrar la mejor opción posible ante diversos escenarios. La gestión de riesgos se ha vuelto vital para las empresas, ya que su entorno cambia constantemente y, como dice el dicho popular, se trata de adaptarse o morir.
Afrontar riesgos empresariales
El estudio “Riesgos en México 2021. Navegando a través de la incertidumbre”, de KPMG México, considera que las empresas del país se encuentran en un periodo de maduración en cuanto a gestión de riesgos, dado que 61% se encuentra trabajando en programas para gestionar y afrontar los riesgos empresariales, mientras que 28% cuenta con un programa formal para lograrlo. El estudio también señala que solo 11% indica que todavía carece de un programa para identificar y gestionar riesgos, lo cual puede colocarlas en situación de alta vulnerabilidad.
La crisis sanitaria fue un detonante para que más empresas se decidieran a incluir la gestión de riesgos dentro de sus planes, o como mínimo continuar y reforzar esa parte en sus procesos. En ese mismo sentido, la digitalización llegó para impulsar aún más esta práctica. Por ejemplo, según la “Encuesta global de gestión de riesgos de terceros (TPRM) 2021”, de Deloitte, los riesgos digitales son una de las principales preocupaciones para las empresas.
Tomar desiciones, parte de los riesgos empresariales
La gestión de riesgos será en los próximos años un factor cada vez más importante en la toma de decisiones, no solo para que las empresas se mantengan vigentes, sino para que se impulse su crecimiento y consolidación. Ya no hay vuelta atrás, si una empresa no estaba considerando está opción dentro de sus planes, ya debe estar presentando problemas derivados de esta omisión. Según el documento de Deloitte, 36% de las organizaciones ya experimentó incidentes significativos debido a que actividades de transformación digital no han salido como se esperaba. Los cambios que trajo la pandemia serán permanentes y las cabezas de las empresas deben ser conscientes de que mantener una buena gestión de riesgos, si bien no asegura el éxito, si es un paso importante para enfrentar las adversidades que puedan presentarse a futuro.
La comunicación dentro de las empresas es vital para la toma de decisiones, ya que es un factor decisivo para saber qué camino tomar y lograr que cada departamento y cada área sepan qué hacer y cómo reaccionar ante los retos. Tomar riesgos no debe considerarse como una mala decisión, muchas veces puede representar el paso necesario para lograr avances y alcanzar metas que de otra forma no sería posible lograr. Los riesgos existen, pero es de sabios tratar de anticiparse y reaccionar a tiempo para sacarles el mejor provecho.